Bolígrafo mudo
Hundida en un insomnio profundo
He decidido gritar mi deseo hacia ti
Como mi timidez, tu indiferencia y la distancia
En esta desierta madrugada
No me permiten llamarte
He tomado el primer bolígrafo y un trozo de papel
a mi alcance para expresar mis indebidas pretensiones.
Sì lo he dicho y lo cumpliré; con los nervios ante todo
escribiré en medio de esta lóbrega tempestad
como podrás observar el deseo a veces
puede ser prohibido, reprimido y censurado
y hoy te hablare de estos que en mi
al reverso del espejo se encuentran.
Yo tan frágil, tan inocente, tan tímida, tan incrédula…
En plena oscuridad, si, solo en la oscuridad
De mi habitación.
Más bien confesé todos mis más íntimos pecados.
Terminando agotad, cual si fuera trabajo arduo y riguroso,
Dormiré un poco para darme valentía al despertar
Y dirigir este trozo de incoherencias a ti.
Pero, cual fue mi sorpresa al despertar…
Y recordar que cogí el primer bolígrafo que se encontraba a mi alcance y un trozo de papel
Que si mis delirios fueran delito,
Pena de muerte fuera yo condenada y sin derecho a fianza me encontrara,
Si mis deseos fueran pecados,
No alcanzaría a tocar el paraíso
Ni siquiera conocerlo podría al morir.
En fin, te diré ahora que ayer me confesé ante un trozo de papel
Más no una pluma que sirviera totalmente, un bolígrafo sin matiz, una pluma inservible.
Hundida en un insomnio profundo
He decidido gritar mi deseo hacia ti
Como mi timidez, tu indiferencia y la distancia
En esta desierta madrugada
No me permiten llamarte
He tomado el primer bolígrafo y un trozo de papel
a mi alcance para expresar mis indebidas pretensiones.
Sì lo he dicho y lo cumpliré; con los nervios ante todo
escribiré en medio de esta lóbrega tempestad
como podrás observar el deseo a veces
puede ser prohibido, reprimido y censurado
y hoy te hablare de estos que en mi
al reverso del espejo se encuentran.
Yo tan frágil, tan inocente, tan tímida, tan incrédula…
En plena oscuridad, si, solo en la oscuridad
De mi habitación.
Más bien confesé todos mis más íntimos pecados.
Terminando agotad, cual si fuera trabajo arduo y riguroso,
Dormiré un poco para darme valentía al despertar
Y dirigir este trozo de incoherencias a ti.
Pero, cual fue mi sorpresa al despertar…
Y recordar que cogí el primer bolígrafo que se encontraba a mi alcance y un trozo de papel
Que si mis delirios fueran delito,
Pena de muerte fuera yo condenada y sin derecho a fianza me encontrara,
Si mis deseos fueran pecados,
No alcanzaría a tocar el paraíso
Ni siquiera conocerlo podría al morir.
En fin, te diré ahora que ayer me confesé ante un trozo de papel
Más no una pluma que sirviera totalmente, un bolígrafo sin matiz, una pluma inservible.